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El primer Hello World de la historia
La gran mayoría de libros y tutoriales sobre programación, independientemente del lenguaje que sean, enseñan en sus primeras lecciones la impresión en pantalla del mensaje “Hello World” o, en su defecto, “Hola, mundo”. Es un patrón que se repite en la gran mayoría de libros de programación desde la década de los 70, marcando así a millones de programadores en todo el mundo. Pero, ¿cuál es su origen? ¿Por qué este mensaje se ha hecho tan popular? Un pollito y un huevo tienen mucha culpa 🐣
Para descubrir su origen es necesario remontarse a la década de los 70, cuando la programación estaba reservada a un grupo muy reducido de profesionales. Entre ellos se encontraba Brian Kernighan, autor de uno de los libros de programación más famosos de la historia: C Progamming Language (1978). Previamente, también habría escrito en 1973 un libro llamado A Tutorial Introduction to the Programming Language B, en el cual introdujo por primera vez el ejemplo del famoso Hello World. Kernighan ayudó en el desarrollo del sistema operativo Unix, aunque su lenguaje favorito siempre fue C, del que llegó a afirmar que “si tuviera que llevarme un lenguaje de programación a una isla desierta sería el lenguaje C”.
main( ) { extrn a, b, c; putchar(a); putchar(b); putchar(c); putchar(‘!*n’); } a ‘hell’; b ‘o, w’; c ‘orld’;
La razón concreta por la que Hello World fue incluido en aquellos libros es desconocida. “Recuerdo que vi una serie de dibujos animados protagonizada por un huevo y un pollo en la que el pollo decía Hello World con frecuencia”, afirmó Kernighan a una revista. No obstante, el escritor de ambos libros se resiste a confirmar si esa fue la razón exacta por la que decidió incluir ese mensaje en sus libros. En cualquier caso, no deja de ser una curiosa casualidad que ha marcado a múltiples generaciones de programadores.
El libro C Progamming Language circuló rápidamente entre los programadores. En ese momento, ni Kernighan ni su colega Dennis Ritchie, el padre del lenguaje C, no podían imaginar que C y este libro tutorial serían tan populares hoy en día. El trabajo que hicieron fue solo un proyecto de investigación Bell Labs que, en ese momento, era solo una organización de investigación y desarrollo técnico de AT&T. No existen razones empíricas para justificar que Hello World sea tan popular, pero, sin duda, supone casi el primer hito en el historial de los desarrolladores.
La era de la programación
Uno de los catalizadores más importantes que desencadenó la difusión generalizada de Hello World fue la introducción del ordenador PDP-11, que representaba la primera minicomputadora en interconectar todos los elementos del sistema (procesador, memoria y periférico) a un único bus de comunicación, bidireccional, asíncrono. Fue tan exitosa que Digital Equipment Corporation (DEC) vendió un total de 600.000 unidades a un precio mucho más asequible que las computadoras centrales que valían millones de dólares en ese momento. Además, la serie PDP-11 de 16 bits no requería de tarjetas perforadas y podía utilizar el lenguaje de programación correspondiente para comunicarse directamente con la computadora. Una revolución para la época.
A medida que más y más organizaciones comenzaron a comprar más y más computadoras programables, la demanda de libros de programación en lenguaje C subía como la espuma. Además, tanto C como el sistema operativo UNIX se hicieron populares por primera vez en el modelo PDP-11. Fue cuestión de tiempo que otros tipos de ordenadores comerciales también comenzaron a admitir el lenguaje de programación C y UNIX. Esta tendencia finalmente llevó a miles de trabajadores relacionados con la informática a adquirir el libro donde el Hello World hacían su aparición estelar. En los 80 y 90, casi todos los programadores que habían trabajado en el campo del software poseían una copia del C Progamming Language. Las ventas ya se contaban por varios millones de copias.
Nos atrevemos a afirmar que cada programador recuerda su primer programa Hello World, sea en el lenguaje que sea, más allá de C. Cuando se es capaz de despejar todos obstáculos implícitos en escribir código y se llega al Hello World todo cambia. La sensación de triunfo personal es solo la primera piedra de un camino lleno de retos y logros personales. Puede resultar complicado imaginarlo ahora, especialmente para las generaciones más jóvenes, pero antes de la publicación de Hello World y el libro de programación de Kernighan, las computadoras implicaban un significado negativo para las grandes masas. En la década de 1970, las máquinas no solo eran lo suficientemente lentas y grandes como para ocupar una habitación completa, sino que también necesitaban un científico o investigador a tiempo completo para mantenerlos. Hablar de tarjetas perforadas al programar ya suena a universo paralelo, pero nada más lejos de la realidad.
En la actualidad son millones los programadores los que escriben código alrededor del planeta. Desde que se imprimió por primera vez en una pantalla hasta la actualidad el mundo ha avanzado exponencialmente. La optimización del tiempo cada vez tiene más relevancia y la automatización de procesos aumenta su demanda. Programar implica la resolución de problemas de forma eficiente y creativa y las empresas cada vez demandan más este tipo de perfiles. Si has llegado hasta aquí y todavía no eres parte de la revolución digital, eres más que bienvenidx. Hello World, Hello Madrid!
