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EXCLUSIVA: entrevista al patito de goma
Llevábamos mucho tiempo detrás de esta institución del mundo de la programación, por lo que podemos afirmar con orgullo que 42 Madrid es el primer campus de toda la 42 Network que ha conseguido sentarse con el patito de goma y departir un rato. Por toda la comunidad mundial de desarrolladores es conocida su nula propensión a hacer declaraciones, pero su figura es igualmente reconocida de forma unánime. Sin su existencia, el sector digital no podría haber avanzado al nivel en el que se encuentra ahora mismo.
Antes de nada, aunque sabemos que tiene muy poco tiempo, le agradecemos su disposición a hablar con nosotros después de décadas sin hacerlo con nadie. Precisamente, queremos empezar hablando de su silencio, ¿cómo empezó todo?
La historia de mi silencio se remonta a 1999, año en el que Andrew Hunt y David Thomas escribieron un libro llamado The Pragmatic Programmer. Un libro para programadores que rápidamente se convirtió en texto universitario. De hecho, antes de esa publicación era un gran conversador. Me gustaba especialmente debatir sobre cine, política municipal y deportes acuáticos. Con la ayuda de cuentos cortos y otros trucos, los autores pretendían entregar a los programadores en formación herramientas destinadas a optimizar su proceso de desarrollo, comenzando por la necesidad de ser un early adopter, adaptarse a gran velocidad, nunca perder el pensamiento crítico ni el realismo, y funcionar como un comodín.
Explíquese…
La clave es colocarme en el escritorio, a un lado del teclado. Cuando un programador no logra encontrar un error o se queda atascado en cierto punto, me transformo en una especie de oyente y estudiante pasivo. El desarrollador procede a explicarme el problema paso por paso, y a través de esa misma explicación, encuentra la solución. Ellos solos. Usted no se puede imaginar las caras que ponen al responderse a ellos mismos. Yo no muevo el pico.
¿Podría revelarnos qué clases de cosas le dicen?
Eso es confidencial, pero le puedo asegurar que he asistido a situaciones increíbles. Como aquella vez que Zuckerberg pensó que PHP sería una buena idea o en la que los programadores de Cyberpunk 2077 arreglaban un bug para provocar otros 100 al mismo tiempo. En líneas generales, los programadores me miran o me cogen y me empiezan a contar línea por línea su código, siendo lo más específicos posibles y explicado temas cómo: ¿Por qué lo hice de esta manera? ¿Hay otras maneras de hacerlo? ¿Es la primera vez que lo hago? ¿Conozco otra manera de hacerlo? ¿Para qué funciona cada parte de mi código?
Pero no siempre es así, ¿correcto?
Por supuesto que no, pero no va a conseguir que revele ningún detalle ya que no existen bitcoins suficientes que puedan pagar por mis secretos. Tampoco existe el cibercriminal que haya podido sacarme ni una palabra, antes de que me pregunte por ello. Eso sí, tengo que admitir que una vez, solo una vez, Chema Alonso estuvo a punto de desquiciarme hablándome en Klingon. ¿Qué me he perdido en la relación de ciertos desarrolladores con Star Trek?
Volviendo a su pregunta, lo más valioso es que obligo a los programadores a comenzar desde el principio, y, al avanzar, no hacen más que reanalizar el código en su cabeza. Esa visualización actualizada de su código suele aportar la claridad suficiente para detectar el problema, a un punto tal que en ocasiones solo necesita describir uno o dos detalles del inconveniente. Mientras que algunas tareas requieren un enfoque total, otras necesitan ser desarmadas de algún modo.
¿Cuál cree que fue la clave de su éxito tan fulgurante?
Diría que son dos: nunca interrumpo cuando me hablan y evito que se moleste a otra persona.
Como le queda poco por demostrar en el mundo de la programación, ¿tiene pensado dar el salto a otros ámbitos?
Definitivamente, se me puede utilizar para problemas fuera de la programación, pero no está en mi pata decidirlo.
Imagine que alguien llamado Julián acaba de comprar una nevera nueva para su casa. El almacén hace que se la envíen y Julián la ubica en el lugar que tenía pensado en la cocina. Una vez instalada, saca todos los productos de su frigorífico viejo al interior del nuevo y se deshace del primero. Después de una jornada dura de trabajo, se va a dormir. Cuando se despierta a la mañana siguiente, abre la puerta de la nevera y asiste sorprendido a que toda la comida se ha echado a perder durante la noche.
Julián enfurece y se desahoga con su novia. “¿Cómo diantres puede haber sucedido esto? Lo pagamos, lo coloqué y transferí toda la comida. ¡Las instrucciones dicen que tiene un increíble control de temperatura gracias a su última tecnología!”. “Anda, me olvidé enchufarla”, pronuncia después. La novia de Julián se podría haber ahorrado sus gritos de haber estado yo por ahí escuchándole antes de que cayera en la cuenta revisando todo el proceso.
Antes de que se agote el limitado tiempo que nos ha concedido, nos gustaría saber qué opina de toda esa prensa que últimamente está lanzando acusaciones perniciosas contra usted.
Es simple para quien lo quiera entender. Yo fui diseñado para estar en un escritorio ayudando a los programadores y no en una bañera siendo el juguete de los infantes. Más ahora que la digitalización se ha convertido en una necesidad en el mundo. Usted lo deberá saber bien ya que 42 Madrid es una iniciativa de Fundación Telefónica, que siempre ha estado detrás de estos temas desde mucho antes que lo hiciera la mayoría. Cualquier objeto de plástico como yo sumergido en un líquido contaminado se convierte en una verdadera bomba de bacterias y hongos. Una prueba de ello es que si me aprietas después de estar flotando en una bañera llena de productos químicos, saldrá un líquido turbio y oscuro. Esto significa que mi interior está lleno de sustancias no deseadas. Es ciencia y la ciencia no interesa a la prensa amarillista.
Todo el mundo habla al patito de goma pero usted nunca dice nada. ¿Qué le gusta?
Ya le dije que me gusta el cine. Me gustan las películas en las que salen muchos patos. Como esa, “El diario de Noa”, donde solo hay patos en la pantalla. En casi todas las escenas. ¿La ha visto usted? Parece que la película ha sido dirigida por un pato. También me gusta viajar. En este 2021 tengo ya viajes previstos a la Patagonia, a Pattaya y a Paterna.
Muchas gracias por recibirnos y permitirnos transmitir la admiración que los estudiantes de 42 Madrid y la comunidad de desarrolladores en general le profesan.
(Silencio)
por Eduardo Santana