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Vuelven las piscinas a 42 Madrid, vuelven las oportunidades
Después de diez meses, una nueva piscina vuelve a abrirse para recibir a otra hornada de candidatos dispuesta a capacitarse en competencias digitales. Había tanta expectación por una nueva piscina que todas las plazas se ocuparon en breves instantes. Además, por segunda vez consecutiva, el 30% de plazas de ellas se reservó para mujeres, reafirmando el compromiso de Fundación Telefónica por fomentar el acceso de las mujeres en entornos tecnológicos y aumentar la presencia femenina en la academia. La revolucionaria metodología que aterrizó hace más de un año en nuestro país sigue demostrando que hay otros caminos más allá de la educación tradicional, teniendo a la empleabilidad como objetivo principal de su formación.
La piscina es la prueba final que deben superar los todavía candidatos antes de su entrada a 42. Nada tiene que ver con la natación y poco importa que se celebre en verano o cuando las temperaturas no sean propicias para enfundarse el traje de baño. Una piscina supone para sus participantes una profunda inmersión en el mundo del código y en la innovadora metodología de la academia. Asimismo, representa una oportunidad para todos los piscineros para constatar si la formación se adapta a sus necesidades ya que pasarán casi un mes descubriendo el campus y conociendo de primera mano el potencial del proyecto de Fundación Telefónica. Se trata de una colisión frontal con una manera de aprender que se atreve a ir varios pasos más allá de donde la educación tradicional llega. Consiste en aprender a aprender y la programación es la vía adecuada para obtener una formación acorde a las cambiantes demandas del mercado laboral.
Que las piscinas siempre comiencen un lunes no es casual. Todo se debe a un plan específico que se ha ido perfeccionando desde que la academia original de París realizó su primera “inmersión” en el año 2013. En 42 Madrid, esta edición representa la quinta ocasión en la que damos la bienvenida a las personas candidatas a entrar en el campus de programación de Fundación Telefónica. Durante 26 días consecutivos, fines de semana incluidos, trabajarán en ejercicios individuales y grupales, se examinarán varias veces, harán piña con el resto de candidatos y se llevarán para siempre una experiencia única, independientemente del resultado final. La piscina está diseñada para comenzar desde cero y no requiere conocimientos previos. Saber manejar un ratón y un teclado puede ser un punto de partida. A partir de ahí, muchos de ellos escribirán, compilarán y ejecutarán el primer programa de sus vidas.
Durante la mañana del primer día, los candidatos han estado acreditándose separados en grupos para evitar aglomeraciones y respetar así las estrictas medidas de seguridad que regirán durante toda la prueba de selección. “Llevo desde la primera piscina intentando conseguir una plaza y no había sido posible hasta ahora. ¡Estoy muy nerviosa”, comentaba una de las más madrugadoras. Por su parte, otro piscinero reconocía que “he estado en contacto a través de las redes sociales con varios estudiantes actuales, pero ninguno ha querido desvelarme nada de lo que nos vamos a encontrar”. Lo cierto es que el secretismo es parte de la prueba y el descubrimiento diario hace la experiencia más intensa y disfrutable.
Al igual que ha sucedido en todas las piscinas celebradas hasta la fecha, muchos de estos candidatos llegan con poca o ninguna experiencia en programación. Comenzarán aprendiendo los lenguajes Shell y C y los desafíos y retos con los que tendrán que lidiar se sucederán a diario. Algunos los podrán intuir, otros no, pero pasados unos días sumergidos en las instalaciones de Distrito Telefónica asumirán que deben seguir nadando hasta el final. Ahí reside una de las claves. La única que desvelamos desde un principio, de hecho. Suena sencillo eso de que a los piscineros no se les dé más indicaciones que esa, pero es muy relevante.
Llevábamos mucho tiempo queriendo celebrar el primer día de una nueva piscina en 42 Madrid. Han sido meses de duro trabajo para poder desarrollar las herramientas para garantizar que tanto los protocolos de seguridad como la experiencia completa de este período tan característico del campus pudieran acontecer. La última piscina se había celebrado en el pasado mes de febrero y los progresos que se han hecho desde entonces han sido importantes, empezando por la incorporación durante estos tiempos tan restrictivos de todas aquellas personas que lograron superarla. La tecnología crece a pasos agigantados y cada día que pasa llevamos los límites de lo posible un poco más lejos. La velocidad del cambio impresiona y se ha visto acelerada por las necesidades generadas por la situación global que nos ha tocado vivir. La transformación digital se ha acelerado y, en 42 Madrid, trasladamos desde el día después del cierre del campus físico de 42 Madrid todo el poder y la trascendencia que la presencialidad ofrece. Todo para que la comunidad 42 siguiera conectada. Además, desde la reapertura el 29 de junio, hemos permitido que los contenidos siguieran disponibles en remoto para que los estudiantes con dificultades para acudir a Distrito Telefónica puedan seguir programando y trabajando en sus proyectos desde casa. Solo nos faltaba algo: que volvieran las piscinas. Lo hemos conseguido. Una nueva generación de desarrolladores están en camino.
Si todavía no los has hecho, te animamos a que realices los test de habilidades online y estés alerta para no quedarte sin una plaza en próximas piscinas. Ya son casi 27 mil las personas inscritas y futuras convocatorias están por llegar. ¡Te esperamos!